Thursday 28 January 2010

These New Puritans - Hidden



Calificación: 2.5/5

Con una semana de retraso me encuentro escuchando el nuevo albúm de These New Puritans: Hidden. Hace poco eran una banda decente, con demasiadas referencias vocales a Mark E. Smith y percusión al estilo del Drum'n'Bass (como sea que se llame esa cosa). Ahora han vuelto después de tres años de silencio y como de la nada la prensa comienza a coronarlos con laureles en sus cabezas por haber seguido una vena 'experimental' con el nuevo disco. ¿Escepticismo? Sí y bastante.

Trompetas funereas empiezan como introducción al albúm en 'Time Xone', las cuales no estarían fuera de lugar en alguna película histórica que tratase sobre el Imperio Romano. La música tiene sus toques de Jazz y música Neo-clásica. Suena bastante interesante, ¿un buen comienzo?, definitivamente, aunque en partes me acuerde un poco a The National por alguna razón extraña.

La gran decepción a continuación: 'We Want War', en donde se mezcla el electro-reggaeton de la década pasada con ambientes sacados del tibet y percusión japonesa. Las trompetas drámaticas se encuentran presentes en los pasajes más 'interesantes' por así decirlo de este desastre, especificamente el pasaje que dura del minuto 3:47 en adelante (demostrando que tienen algún potencial 'escondido' bajo las mangas). Se puede oler a la distancia el veneno de Flowers of Romance, Scott Walker y Liasons Dangereuses, aunque diluido considerablemente para adaptarlo a la siguiente pasarela de Prada o el siguiente blockbuster de Jet-Li.

¿Podría ponerse peor? Afirmativamente, con 'Three Thousand', una canción Electro R&B espantosa que no estaria fuera de lugar en un cumpleaños de una quinceañera. ¡Oh que tipos tan arriesgados dios mio, haciendo canciones que se puedan tocar en compañía de 50 Cent! Pfff

Le sigue 'Hologram', una pequeña cancioncita de pop construida a base de puras campanillas y pianos al estilo jazz, con la pesada percusión que persigue durante todo el albúm. Si tuviera que comparar esta canción con algún artista pasado (tranquilos, siempre lo haré, es mi manía), sería The Pop Group, claro está, si The Pop Group se hubiera vuelto infiel a sus conceptos iniciales y hubiera grabado esta canción en 1986.

No vale la pena hablar de 'Attack Music', una canción de mal gusto que sonoramente equivale a la mutilación del post-punk. Reggaeton 'avant-garde' con un coro de niños y sónidos de espadas desenvainandose (que también aparecen en el segundo track).

La música de 'Fire Power' ligeramente llama mi atención, la cual tiene rezagos del pasado agrésivo de la banda, aunque ya bastante repetitivo con respecto a la percusión. 'Orion' es una canción de "electro oscuro", que se encuentra de vuelta al concepto de pelicula de artes marciales, se agitan cadenas furiosamente, se repite el coro de niños fantasmal, los tambores japoneses se llenan de polvora y son pateados con rabia para que impacten directamente a los enemigos. Aún así, me parece que se repiten se repiten se repiten se repiten, oh, ¿acaso les dije que se repetian? Bueno, no importa, porque 'Canticle' es como una versión alternativa de Time Xone, aunque nada mal para ser una versión alternativa.

El instrumental de Canticle lleva como forma de introducción a 'Drum Courts-Where Corals Lie', la canción más 'oscura' del set y al parecer una pieza central del albúm. Se susurra de manera perturbadora el poema 'Where Corals Lie' de Richard Garnett sobre varios overdubs de batería que han sido alterados para que suenen como drum-machines. Se oyen teclados estilo rayo-laser en el fondo (que también suenan como parte de la banda sonora de Pac-Man) y muy al principio un rasguido de guitarra que me acordó de Daniel Ash. Se escuchan también, canticos tibetanos pasados a través de algún 'sampler' extraño y se le van agregando lentamente partes más melodicas, sónidos de un monedero siendo agitado, clarinetes y trompetas. Todo colapsa eventualmente en silencio sin que haya algún tipo de señal o anuncio.

Es cómo si un compositor cogiera un disquette rayado en donde se contuvieran imágenes de corales y que este compositor compusiera una banda sonora a partir de lo que se presentaba al insertar este disquette en un Macintosh a punto de sobrecalentarse. Ojalá haya sido claro.

Luego les da a estos tipos por sonar como The XX para el track 'White Chords'. Como si no fuera suficiente el hecho de que ya odie a The XX.

Finalizamos con 5, una canción modernista especificamente escrita para un circo caótico. Es bastante interesante, siendo una de las canciones que siguen demostrando que aún hay cosas que rescatar de esta banda y especificamente de este albúm. Tiene partes a la Steve Reich, al igual que un coro de niñas adolescentes y un breve suspiro vocal que da paso a trombones y trompetas aún más lugubres que antes, las cuales se encargan de sacar a patadas al visitante.

(Ningún miembro de Pitchfork.com fue mutilado durante la realización de este escrito)