Friday, 30 April 2010

Mission of Burma - Signals, Calls and Marches
















Un EP fascinante, tal vez el mejor de los presentados por el lado del post-punk estadounidense, se puede decir que Signals, Calls and Marches inició, en cierta forma una era. Apareciendo alrededor del mismo tiempo que el segundo álbum de estudio de Wipers, Youth of America, ambas bandas tienen ciertos elementos transicionales entre la escena post-punk británica de finales de los 70s y lo que se daría en la escena underground estadounidense de los 80s. Por supuesto, Mission of Burma es, básicamente y con poca discusión, un acto post-punk, que tomó la energía y el espíritu de rebelión que el punk para llevarlo hacia nuevos horizontes, con progresiones de acordes y de tempo inusuales, en contaste con Wipers, que pese a ser uno de los primeros actos de punk aparecidos en los Estados Unidos, tenían un sonido mucho más relacionado con el hardcore, y por su evolución musical, se puede ver como a estos se les puede considerar como el primer acto de post-hardcore de la historia (cosa que puede ser discutible para algunos). Pero, pese a que difícilmente podríamos categorizar a Mission of Burma como una banda de post-hardcore, se puede decir que es innegable la influencia del grupo en algunos de los primeros actos de post-hardcore como Hüsker Dü, de hecho, no es para nada descabellado ver ciertas similitudes entre ambas bandas, las guitarras disonantes, los tiempos frenéticos, la energía mostrada por ambos conjuntos, la inclusión inclusive de instrumentales en sus álbumes, cosa poco usual en la escena punk, aunque claro, Mission of Burma no tenía la catarsis y el desgarro vocal que Bob Mould mostraría como cantante. Además, vemos trazos de Mission of Burma en bandas posteriores como R.E.M. o Pixies, o de la escena musical de Seattle de comienzos de los 90.


Mission of Burma proviene de las cenizas de Moving Parts, agrupación en la cual actuaron el guitarrista Roger Miller y el bajista Clint Conley, a los que, posterior a la desintegración de este grupo, se les unieron el baterista Peter Prescott y el manipulador de efectos de sonido e ingeniero de audio Martin Swope, con lo cual se conformó el grupo, que tuvo un éxito moderado en Boston (debido a la promoción que estos tuvieron en esta área) y una influencia (como ya se ha visto) en la escena “alternativa” norteamericana. Uno de sus primeros lanzamientos, hecho mediante el sello disquero Ace of Hearts, fue el EP Signals, Calls and Marches, que, lanzado a mediados de 1981, logró vender por completo su primera impresión de 10,000 copias para final de ese año. El EP sería re-lanzado en formato de CD en 1997, adicionando dos canciones de un sencillo que fue el primer lanzamiento de la banda, Academy Fight Song acompañado de Max Ernst (nombrada y con tema basado en el artista dadaísta).


Posteriormente, en 2008, el álbum fue remasterizado para su lanzamiento en Matador Records, incluyendo un orden de pistas ligeramente distinto al del CD de 1997, algunas canciones que no habían sido lanzadas previamente y un DVD con material en vivo, por lo cual este EP puede ser juzgado casi como un álbum de estudio. Este nueva versión comienza con el sencillo que cerraba la anterior, Academy Fight Song siendo casi como el himno del grupo, con una guitarra acústica que acompaña las secuencias inusuales de acordes de la eléctrica y coro que se le puede atascar a cualquiera, canción que está acompañada de la oda dadaísta Max Ernst, que, como se puede apreciar aquí, había sido interpretada desde la época de Moving Parts. La nueva edición añade Devotion, que sigue con la misma tónica que Max Ernst y bien pudo ser el lado B del primer sencillo en vez de esta y la más corta Execution tiene pasajes de guitarra y feedback ligeramente psicodélicos (junto a la manipulación de sonido a cargo de Swope). Después de estas rarezas pasamos a escuchar el contenido del EP original, que abre con el que puede ser considerado el otro himno de la banda, That’s When I Reach for My Revolver al ser una de las canciones más populares de esta y que ha sido covereado por múltiples artistas, con un poderoso bajo que prácticamente nos lleva a través de los coros y versos de la canción, de los cuales se ve algo de las influencias que Pixies tuvieron para su estilo “loud-soft-loud”. Mediante un sonido de bombo, se introduce a la segunda canción del EP original, Outlaw, que tiene algo de influencia disco en el ritmo, posiblemente tomado de los británicos Gang of Four, en adición a la secuencia de acordes características del grupo. Fame and Fortune tiene un interludo de ruido, disonancia y feedback que serían muy usuales en las composiciones de los neoyorquinos Sonic Youth, y de este se pasa el tema más abiertamente punk del EP, This Is Not a Photograph, del cual se puede decir era uno de los temas que posiblemente Hüsker Dü escuchaban mientras grababan Zen Arcade, por la intensidad de la grabación y por el frenesí de baterías. En contraste, pese a tener un beat punk algo frenético, Red tiene guitarras casi jangly, que serían propias de R.E.M., junto a otro puente disonante por parte de la guitarra y los efectos de sonido, hasta un coda en el cual el tempo se hace más lento que el resto de la canción. El EP finaliza con la nstrumental All World Cowboy Romance, un cierre un tanto climático que sin embargo deja al oyente pidiendo por más.

Saturday, 17 April 2010

The Chameleons - Script of the Bridge


















Decir que este es uno de los álbumes más emblemáticos del post-punk es muy poco comparado a todo lo que se puede decir de esta joya aural que apareció por 1983, mucho después que Unknown Pleasures, pero algo antes que Ocean Rain, como para ubicarnos en un cierto contexto cronológico. Pese a que The Chameleons nunca logró tener un gran éxito como contemporáneos como The Cure o los mismos Echo and the Bunnymen, su influencia y su importancia para bandas posteriores de post-punk (e inclusive actos de dream pop, género en el que a veces se mete a la banda de forma forzosa) y de la nueva ola de este género que aparecería posteriormente, a comienzos de la década del 2000 aún logra se hace sentir con fuerza. Parece en principio difícil de percibir para el oyente promedio, pero si uno es lo suficientemente cuidadoso para notarlo, se logra escuchar la innegable influencia de The Chameleons en la que es considerada la banda más representativa de esta segunda ola, Interpol, que obtuvieron el aspecto ambiental y etéreo de sus guitarras, teclados, y sonido en general del conjunto de Manchester, en vez de, cómo diría alguien inadvertidamente, del sonido más sónicamente oscuro y abrasivo de Joy Division (banda cuyo nombre, infortunadamente, se usó la década que acabó de pasar hasta el hastío para comparar a muchas de las bandas del nuevo post-punk que aparecieron).


Pero, dejando más allá las comparaciones pasajeras, The Chameleons era un grupo formado con miembros de múltiples bandas de Manchester en 1981: el bajista y vocalista Mark Burgess, los guitarristas Reg Smithies y Dave Fielding, y el baterista John Lever (que reemplazó al baterista original, Brian Schofield). La banda grabó un par de sesiones radiales para el legendario locutor y disc jockey británico John Peel en el 81 y en el 83, y en 1982 lanzó su primer sencillo In Shreds, acompañado de una primera versión de Less Than Human, que, siendo producido por el afamado Steve Lillywhite (que también había producido discos de Siouxsie and the Banshees, The Psychedelic Furs, XTC y de la etapa post-punk de U2 entre otros), fue también su debut en una gran disquera (Epic), pese a que no volverían a estar en una hasta el lanzamiento de su tercer álbum, Strange Times (sin contar con que los lanzamientos estadounidenses del conjunto se hacían por medio de MCA Records). El grupo luego entró al estudio en 1983 para la grabación de su álbum debut. De acuerdo a Mark Burgess en las liner notes del álbum, este fue grabado en un período de 5 semanas en los Estudios Cargo en Rochdale, a las afueras de Manchester, sitio de notoriedad a finales de los 70 debido a ser el lugar de sesiones de grabación para grupos del famoso sello discográfico Factory Records como Joy Division, OMD y Crispy Ambulance entre otras. Pese a que Lillywhite expresó interés en producir este nuevo álbum, este decidió posteriormente retractar su decisión para producir War de U2 y, debido a la insistencia de los múltiples productores que fueron sugeridos por parte de CBS para acortar la duración de las canciones a 3 minutos, el sello decidió librar al conjunto de su contrato, por lo cual eventualmente el sello independiente Statik se ofreció a financiar el álbum. La banda regresó a Cargo con su ingeniero regular Colin Richardson, y grabó el debut a un costo de 3,000 libras esterlinas, improvisando muchas de las canciones con base en una idea previamente escrita.

















Script of the Bridge ofrece de apertura uno de los mejores riffs de guitarra escuchados en el post-punk, como parte de uno de los temas más populares de la banda, Don’t Fall, que nos ofrece un aperitivo de las cosas a venir, una perfecta canción de pop oscuro, un ritmo vibrante, guitarras con amplio delay que en un punto suenan un tanto punk, y un coro que tanto Bono como Ian McCulloch deben estar envidiando en secreto por no haber logrado escribir. Es, sin duda, un buen comienzo, que es seguido a su vez, con un percibido homenaje lírico a John Lennon (que fue inspiración musical para The Chameleons, como se vería posteriormente en su carrera), Here Today, que contiene un tiempo mucho más lento y desgarrador que el primer tema y sirve como transición entre los temas más aproximados al punk y los más etéreos del disco. La tercera canción del álbum es tal vez uno de los mejores temas de la banda, Monkeyland logra armar una tensión impresionante en sus misteriosos y lentos versos hasta llegar a uno de los más potentes coros del género, que describe a la vida como “just a trick of the light” (“un truco de la luz”) y una “optical illusion, like other optical illusions” (“ilusión óptica, como otras ilusiones ópticas”). Una serie de notas de teclados nos introduce a la que es considerada por muchos la obra maestra de The Chameleons (y, en el momento de escribir este artículo, después de escuchar Script of the Bridge en demasiadas ocasiones que ya ni recuerdo, mi canción favorita del disco), la apasionada Second Skin, que se puede describir como una alegoría a las experiencias cercanas a la muerte y sobre la inmortalidad, y es una canción increíblemente bien armada, que reduce el tiempo de un cierto beat punk, y le agrega un riff característico de guitarra, un bajo que conduce la canción a través de su travesía de siete minutos y que van progresando lentamente hasta llegar a un clímax junto con los teclados a partir del cual la canción comienza a desvanecerse lentamente.


Up the Down Escalator nos ofrece una excelente melodía, tal vez de las mejores de la agrupación, seguida de la lenta percusión semi-tribal de Less than Human, que parece casi una marcha hacia el desvanecimiento del tiempo que, como sugiere la canción, pese a que podrá alguna vez estar de nuestro lado, vendrá por nosotros: “Time he's on our side she said, but it makes no difference in the end, he's coming after you my friend” (“el tiempo podrá estar de nuestro lado, ella dijo, pero al final no hace ninguna diferencia, él vendra hacía ti, mi amigo”). Pese a que la melodía de Pleasure and Pain puede recordar un tanto a aquella de Here Today en un principio, da una cierta pauta para los codas e interludios de canciones posteriores en el álbum y sirve como preludio para la fastuosa Thursday’s Child, con los mejores ejemplos de pasajes en guitarra que Paul Banks “& Co.” tomarían para sus canciones, y un puente que solo aumenta el poder de la canción. As High as You Can Go es tal vez la canción más aproximada al punk en todo álbum, no solo musical sino también líricamente, hablando sobre “vender tu alma por fama y fortuna” en palabras de Burgess, y fue escrita de acuerdo a este en respuesta a lo ocurrido con CBS, mientras que A Person Isn’t Safe Anywhere These Days, tal como el título lo indica, agrega un leve tono de paranoia que refiere al ser atacado por extraños, y que tiene un impresionante final etéreo con guitarras que le dan algo de espacio para llegar a dimensiones de otro mundo.


Una figura de guitarra repetida da paso a Paper Tigers, que hace referencia a un incidente que la banda tuvo con Killing Joke previo a un concierto en el cual el conjunto iba a ser el acto de apertura de estos y su subsecuente retiro del evento. La melancólica (en tono) y majestuosa View from a Hill, que relata una experiencia psicodélica que Burgess tuvo mientras subía con los otros miembros una colina para tener una vista de los suburbios de Manchester y su subsecuente finalización con una combinación de una guitarra rítmica levemente distorsionada y un riff proveniente de la otra con efectos de eco dan el cierre a una de las mejores experiencias sónicas de la primera mitad de la década de los 80.

Tuesday, 23 February 2010

B.C. Gilbert & G. Lewis - 8 Time



Esta critica es de un a compilación de tracks bastante largos, por lo cuál he de proceder a hacer una disección de estos de acuerdo con el orden en que fueron lanzados. Pero antes, daré un corto transfondo de quienes eran los que conformaban el grupo B.C. Gilbert & G. Lewis. Cuando se acabó Wire, el bajista Graham Lewis y el guitarrista (y manipulador de sónido/artista) Bruce Gilbert decidieron llevar el sónido previamente creado en Wire a algo más denso y artistico, algo que tal vez hayan diseñado para ser escuchado en galerías de arte al igual que en escenarios músicales. En 1980, estos dos personajes habían asistido a un toque de Bauhaus, en donde Ivo Watts-Russel también se encontraba, y este al darse cuenta de la presencia de ellos (y al ser un fan de la música de Wire) se acercó y entablaron una conversación, a lo cuál llevo a que Graham Lewis y Bruce Gilbert ofrecieran lanzar a través de la disquera algunas cosas que habían grabado hasta el momento.

Simultaneamente también habian formado un proyecto más 'estructurado' bajo el nombre de Dome, del cual también me gustaría compartir con ustedes en el futuro. Bueno, durante 1980 y 1981 lanzaron varios sencillos y un albúm, luego compilados en '8 Time'. Estos son los tracks:





Cupol |'Like This For Ages', 1980

A. LIKE THIS FOR AGES
B. KLUBA CUPOL




El primer track comienza con un ruido vidrioso, que suena intencionalmente 'mal', luego siguen gritos irritantes y atonales, antes de que todo se vuelva un caos industrial. La letra habla de incoherencias paranoicas ('I've been eating trees, it's been like this for ages'). Aquellos que busquen melodías en este primer track, no obtendrán nada más que un dolor de cabeza (este track evita que esta primera parte sea de cuatro estrellas). 'Kluba Cupol' en cambio es infinitamente mucho más interesante: se toman algunas ideas usadas en el primer track para mezclarlas con sónidos más ambientales y tambores, vidrios y objetos cotidianos siendo golpeados de manera tribal. Dura 20 minutos y es completamente hipnotizante sin volverse cansador o 'pesado'. Se lo recomiendo a aquellos que les interese Nurse With Wound, Throbbing Gristle y Cabaret Voltaire.





B.C. Gilbert & G. Lewis |'3R4', 1980

A1. Barge Calm
A2. 3. 4...
B1. Barge Calm
B2. R




El corto instrumental 'Barge Calm', suena como estar presenciando el trabajo de una mina industrial sumergida en la cueva de una jungla oscura (aún así simplemente sean cucharas y cajas de madera siendo golpeadas de manera robótica una y otra vez). 3.4... es un track electrónico ambiental y oscuro que se encuentra adelantada más de unos 20 años con relación al 'Glitch', asemejandose a algo de hecho por Oval, lo cual me resulta algo difícil de creer. El track suena algo apocaliptico, una banda sonora alternativa a una escena de 'Erasherhead'. Luego se regresa al instrumental 'Barge Calm' que ha sido alterado para sonar más frénetico y caótico, antes de adentrarnos al intro disonante de R, que es reminiscente a pedazos de chatarra hechos de ule siendo golpeados una y otra y otra vez.

Mientras tanto se escuchan voces sintetizadas en el fondo de la canción que se vuelven cada vez más prominentes hasta que el ruido 'metalico' cesa. Estas voces acompañadas luego por varios tracks de bajo y un timido sintetizador, dan la impresión de dos cosas: de estar flotando en el limbo y estar observando una operación médica en una clinica de la era espacial. Es como estar atrapado en la profunda oscuridad del universo...






B.C. Gilbert & G. Lewis |'Ends With The Sea', 1981

A. ENDS WITH THE SEA
B. HUNG TO DRY WHILST BUILDING AN ARCH




El último sencillo lanzado en 4AD está diseñado a medida para ser repetido varias veces en un cuarto clinicamente blanco en donde yacen varias obras artisticas en exposición. Aunque también podria ser la visión de alguien en un mundo de post-guerra, altamente contaminado y por donde el protagonista de 'Ends With The Sea' mira por la ventana a un paisaje desertico parecido al de la portada de este sencillo. En más detalle, 'Ends With The Sea' comienza con un sónido interesante y acúatico de algun instrumento indigena, luego le sigue una instrumentación futurista, teclados que se confunden con guitarras altamente tratadas y un bajo imposiblemente profundo. Las vocales son entre agrésivas y cantadas. Siento que la canción también tiene aires 'arquitectónicos' (es algo dificil de describir, aunque tal vez se entienda al escucharla). Su conclusión es infernal, las vocales son manipuladas para que suenen como ambulancias borradas en la distancia.

El track dos es un instrumental tribal y minimalista, que crea un espacio asfixiante. Graham Lewis mientras tanto gime una melodía en el fondo, algo bastante extraña. Todo se acaba con el mar...¿o todos acabamos con el mar?

Por The Unnormal

Monday, 22 February 2010

Big Black - Atomizer





Jamás he escuchado sonar una guitarra tan brutal y despiadada en mi vida. 'Big Black' fue la primera banda de Steve Albini, famoso productor del underground y conocido en ciruclos musicales como uno de los pioneros de la primera oleada del post-hardcore. Aunque no se emocionen mucho, ya que este post-hardcore tiene más que ver con un sónido similar al de maquinarias pesadas e industriales y temas bastante peligrosos y controversiales, que los gritos desalmados y melodías de Embrace o Rites of Spring.

El albúm comienza con feedback lento antes de embestir al oyente con frialdad ruidosa, un drum machine sediento de sangre (sí así como lo oyen) y las vocales estilo hardcore de Albini, pero tratadas tan infinitamente a través de efectos de estudio que suenan más como las de un robot aullando de desesperación mientras es atravesado por vigas metalicas. Este es el track Jordan, Minnesota, el cual trata de un perturbador caso en esa región de Estados Unidos (busquen la historia de la letra) que sigue impune y enterrado gracias a la corrupción de ese país.

Escuchen Passing Complexion y preguntense como es que logran esos sónidos tan bestiales usando una guitarra eléctrica. Big Money, es una de las más 'normales' y pegajosas del albúm, mucho más 'escuchable' que lo demás, aunque las vocales se nos son dadas con efectos sombrios, Albini parece derretirse al frente de nuestros propios ojos, y no es una visión muy agradable que digamos. Kerosene, es una de las mejores canciones que jamás haya grabado Big Black y es altamente recomendada. El riff extraño que comienza la canción es como un vidrio siendo cortado por algo filudo de manera rápida y violenta, y la letra es desoladora, el sentimiento de inútilidad y alienación dentro de la sociedad Nortemericana llega al punto en que la juventud representada en la letra no tiene nada mejor que hacer que autoinmolarse. ¡Es absurdo!

Bad Houses es casi una balada y suena algo similar a lo que hubiera hecho alguna banda de post-punk unos pocos años atrás. Albini narra algo que no es muy claro, y da la impresión que trata sobre alguien siendo encerrado en el baul de un carro. Fists of Love es la más densa del albúm y de paso, la más insoportablemente robótica y fea. Stinking Drunk no es nada especial y en Bazooka Joe se repite la letra de manera monotona una y otra vez, dando un efecto interesante a la brutalmente ruidosa instrumentación, que tiene un tono medio mafioso.

Le sigue el track Strang Things, del cual Albini se ha sentido demasiado avergonzado de incluir en las distintas re-ediciones que ha tenido el albúm. Yo no le veo nada de malo a esta canción, tiene sus gang-vocals estilo punk, una voz medio zombie y extraña narrando algo inentendible, palmas siendo batidas a través de un sintetizador y unos pocos tonos de dub. Creo que es un buen track intermediario entre lo que vino antes y la rendición destructiva de Cables en vivo, cuya letra no recomiendo a ningún vegetariano.

De hecho, solía ser un favorito en vivo por su cercania sonora al hardcore y la agresividad con que eran gritadas las muy pocas lineas de la canción (las cuales se narran desde el punto de vista de un muy rústico 'white trash' que trabaja en un matadero). Sí este disco definitivamente es para muy pocos, pero para aquellos pocos es un clásico del 'underground' de los 80's en Estados Unidos, un poco antes de entrar de lleno a su brillante epóca dorada.

Por The Unnormal

Saturday, 20 February 2010

Slint - Spiderland

















(Pequeña nota: Por razones personales, he decidido no usar un sistema de ratings, dejaré que mis palabras sean las que expresen lo que siento por la música. Ahora sí, a lo que nos importa.)


La paranoia es un término psiquiátrico que describe un estado de salud mental caracterizado por la presencia de delirios autorreferentes. […] Más específicamente, puede referirse a un tipo de sensaciones angustiantes, como la de estar siendo perseguido por fuerzas incontrolables (manía persecutoria)…


Algunos se preguntarán por qué he decidido comenzar esta, mi primera contribución a este blog, con esta cita, sacada casi de forma abusiva de la fuente que todos usan, de misma manera para hacer sus tareas o consultas en general, pero sentía que no me quedaban más palabras que decir para tratar de definir este concepto, al cual se ha recurrido de distintas formas durante las últimas décadas, a medida que estas se van consumiendo más y más rápidamente y vemos cómo todo surge y se desvanece y cómo nosotros mismos somos parte de ese mismo proceso por cada cantidad de tiempo ocurrente. Pues bien, creo que voy a empezar admitiendo que he tenido este sentimiento en ocasiones (muchas de ellas inimaginables para mí hace algún tiempo), sé lo que es vivir en un estado como estos, aún más en una época en lo cual todo viene y se va como si nada, en la cuál ocurren un sinnúmero de eventos infortunados que te dejan diciendo “¿Qué demonios…?”.


Sin embargo, no vine a hablarles sobre estas y otras consideraciones relacionadas a temas como tiempo, espacio o formas de ver el mundo, solo vine a hablarles de la que considero una de las mejores expresiones/definiciones artísticas de paranoia (entre muchas otras cosas que encierra) con las cuáles he tenido el gusto (y terror, en buena manera) de toparme, se llama Spiderland, y es el segundo y último álbum editado (hasta el momento) por Slint, banda originaria de Kentucky, Estados Unidos. Pese a que, tal vez, hayan escuchado que este ha sido considerado como uno de los discos que sentó las bases para el mal llamado género del “post-rock”, en lo personal, puedo percibir cómo Spiderland expandió las múltiples posibilidades sónicas del post-hardcore, al jugar con elementos como fragmentos hablados, uso de múltiples cambios de tiempos o de marcaciones de tiempo que tal vez algunos no concebían en el ámbito del hardcore o del punk en general, la calmada y lenta forma con la cual las canciones transcurren o la creación de soundscapes casi fuera de este mundo, eso sí, sin perder el poderío que contienen las guitarras cada vez que salen de un estado de mero sentimiento de “calma” demasiado incómoda hacia el caos y desorden total, o los gritos desgarrados que comprueban esta última situación, atrapando al oyente en una especie de tormenta en la cuál este observa, absorto, una hecatombe ocurriendo a su alrededor.


Slint provenía de las cenizas de Squirrel Bait, banda considerada como unos de los primeros actos de post-hardcore, al encontrarse posicionados en proximidad histórica a actos como Hüsker Dü o Rites of Spring. Posterior a la desintegración de Squirrel Bait, 3 de sus miembros formaron Slint, y grabaron junto a un nuevo bajista el primer álbum de la banda, Tweez, que sería lanzado en 1989 y fue producido por el legendario Steve Albini. En agosto del año siguiente, la banda entró a grabar su segundo álbum de estudio, que fue un proceso un tanto desmoralizante y agobiador para los miembros de la banda, debido a la intensidad (como se verá más adelante) de la música que estaban creando, surgiendo inclusive rumores que afirmaban que los miembros tuvieron que ser internados en hospitales psiquiátricos durante el proceso de grabación. ¿El resultado? Spiderland, lanzado en Mayo de 1991, con la icónica portada de las cuatro cabezas de los miembros de la banda, sumergidos en el agua, observando al oyente de forma acosadora desde alguna cantera abandonada del Hemisferio Norte.













Dejando los hechos históricos, y pasando a mi propia experiencia, he de confesar que no me fue fácil entrar al mundo que Slint creó con este disco, ya que por cualquier razón no podía entender que era lo que ocurría en él o sus acontecimientos o posibles significados y cosas que tenían aguardadas para mi descubrimiento. Poco a poco me fui adentrando, y comencé a ver todo lo que este álbum tenía y cada uno de los elementos que lo conformaban y ahora, después de múltiples escuchas, puedo declararme simplemente hipnotizado por este. Elementos, que, a mi juicio, se ven perfectamente reflejados en Breadcrumb Trail, canción con la que Spiderland comienza. La letra habla sobre un día en un carnaval, y de cómo el aventuroso protagonista anónimo de la historia se encuentra a una adivina en medio de este. Todo parece sospechosamente inocente, hasta que se escuchan las primeras notas de la canción, y se tiene un sentir de que hay algo que no anda bien. Así, como se ha mencionado, se pasa de una sección en la cual hay una calma en la que se da una sensacion de que algo está mal, hacia el desorden completo, como si uno estuviese sumergido en medio de un caos que se vuelve cada vez más asfixiante, que lo rodea por completo y ve como, aunque no le ocurre nada, no es ajeno a él y lo afecta emocionalmente, deseando no estar en ese sitio o que las cosas se revirtieran al estado en el que estaban (que, para fortuna del oyente, ocurre, cuando la canción finaliza tal como comenzó, con el personaje abandonando el sitio después de un agitado día). Pese a la aparente incoherencia que puede haber entre secciones, la canción fluye con una naturalidad admirable, haciendo unas increíbles transiciones entre las partes más intensas y los versos más calmados.


El segundo tema, Nosferatu Man, basado en la afamada película expresionista Nosferatu, actúa de forma sigilosa pero intensa, tal como el protagonista, un vampiro, lo haría, siguiendo la misma dinámica del primer tema, pero de forma más rápida y más súbita con respecto a la transición entre el verso y los coros gritados. Don, Aman, que habla sobre los sentimientos de un hombre que se aleja del resto de los asistentes a una fiesta y de cómo este tiene un encuentro inesperado con un antiguo amigo, es a mi parecer la canción más débil del álbum, pero he de darle crédito a Slint por la forma en la cual va desarrollándose, pasando de una sección de acordes de guitarra limpia tocados de forma lenta, pausada y con variaciones de tiempo, a una guitarra furiosa que, siendo tomada de un contexto melódico, da resultados abrasivos.


La canción más melancólica de Spiderland, Washer, es tal vez el tema de cuna más devastador de la historia: “Everytime I ever cried from fear / Was just a mistake that I made / Wash yourself in your tears / And build your church / On the strength of your faith”. Tiene, además, uno de los mejores build-ups que se han podido escuchar en el post-hardcore, cuando, después de la incómoda calma (sentir que, como ya se ha visto, parece predominar en todo el álbum) que se viene desarrollando a través de la canción, culmina en un estallido sónico en el que las guitarras con distorsión actúan como principal medio de resolver la tensión que se iba armando. La instrumental For Dinner… sirve como un corto respiro para el oyente e interludo entre la melancolía de Washer y la obra maestra que cierra el disco, Good Morning, Captain. Considerado por muchos como el magnum opus de Slint, es, tal como Breadcrumb Trail, el reflejo de todos los elementos que Slint incorpora durante el álbum, así como la culminación de todos estos. La canción, cuyo contenido lírico está basado en el poema The Rime of the Ancient Mariner del inglés Samuel Taylor Coleridge y casi que se mete en los zapatos de un capitán sobreviviente a un gran cataclismo en el que pierde a su tripulación y a su embarcación y tiene un encuentro aterrador, combina las dinámicas usadas anteriormente, (versos –que están basados en dos acordes- suaves, coros ruidosos) va lentamente armando otra especie de crescendo, que culmina en uno de los finales más dramáticos e intensos jamás escuchados, cuando una voz surge gritando de forma desesperada “I miss you!” en repetidas ocasiones, dejando al oyente en medio de una gran incertidumbre que tal vez no merezca ser respondida, por lo posiblemente macabra que pueda ser la respuesta.

Thursday, 18 February 2010

Boards of Canada - In A Beautiful Place Out In the Country

Image and video hosting by TinyPic

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Bueno, presentando como una introducción de mis letras en este espacio o blog de "crítica"; o más allá visión sobre la música. Les presento para mi, una de las piezas que cambia el curso de la música y en realidad reestructura todas las relaciones con conceptos como el soundscape, el saturador tag de música -ambiente- y del extenso género electrónico.
Este EP es corto, denso y mágico. El viaje dentro del mar, empieza con Kid For Today, una canción que además de tener un título que concuerda con cada beat en la canción, está formada por un juego con el sonido el cual hace sentir las texturas del éste en cada bajo y elemento, como olas, como el yacimiento mas puro de agua limpia y helada. Kid For Today nos lleva a sentir las grandes y específicas texturas del agua, logra representar todo lo que el agua es: origen; maternidad, un entorno fetal. Kid For Today es la representación y la recreación del estado de un feto flotando dentro de la salud y el mar de su madre. Es el primer acercamiento hacia lo que el título de este EP nos quiere llevar.

El segundo track lleva el nombre de una figura importantísima para la religión de los Davidianos o considerada secta por algunos, Amo Bishop Roden es un track frágil, a la vez conciso e ingeniosamente estructurado. Si seguimos el hilo que tomamos con ambas manos al empezar con este viaje podemos relacionar que Amo Bishop Roden es la canción que en cuestiones de lo que deseamos resaltar representa la tierra, el hogar y el ejemplo. Contextualizándonos en una forma superflua, Amo Bishop Roden es una mujer que por medio de su trayectoria en la secta Davidiana, ha logrado establecer y formalizar una serie de planteamientos de carácter religioso y espiritual. Amo tiene una visión la cual se logra palpar en este EP, el cual es muy dedicado a lo que ella ha compartido con el mundo. Roden es el eje característico de este viaje, esto nos lleva entonces a nuestro tercer track.

La canción que lleva por título el mismo del EP es el clímax del proceso y del viaje que se forma en un desarrollo creciente y asombroso para solo estar capturado en dos canciones de apertura y forma. In A Beautiful Place Out In the Country es titulada por la frase que se repite con una voz en vocoder en constancia durante todo el track: “come out and live in a religious community in a beautiful place out in the country”, (sal y vive en una comunidad religiosa en un hermoso lugar afuera en el campo). Ésta dicen que es la herramienta persuasiva y el eslogan que Amo Bishop Roden usa como base para todo lo que ella considera introductorio para la secta davidiana. Es el abrebocas davidiano, pero en el EP es una invitación a pertenecer y a hacer parte de lo que conocemos como el planeta tierra. Sabemos que Boards of Canada siempre ha tenido un característico sabor ambiental y en sintonía con los rincones de los ecosistemas más olvidados. En este track se representa por medio del fluir simple y fresco de los beats, el cual misma se va filtrando por medio de los vocals perdidos y fríos en un aire, en un movimiento, en una brisa. Este track representa el viento, el olvidar y el recuerdo de la caducidad de nuestro viaje.

Despues de este sublime y neutralizante clímax llega nuestra canción de cierre. La hipnotizante Zoetrope, son llamaradas que giran constantes, liberando y recordando como esta experiencia natural y pseudo-davidiana nos hace una invitación a olvidarnos del funcionamiento de las tecnologías. Zoetrope es el fuego, que quema y arde reflejando y demostrando que el sonido hará eco en los oídos y subconsciente del que escucho este EP con atención. Es un mensaje escondido a formar parte de un sistema el cual niega los sistemas, es una negación a todo lo que ha formado la contemporaneidad. In A Beautiful Place Out In the Country nos seduce en un llamado a formar parte del planeta tierra y despertar de este sueño industrial. Es cuestión de dejarse hundir tomados de la mano de Amo Bishop Roden y del misticismo de los cuatro elementos.

Wednesday, 10 February 2010

Drive Like Jehu - Yank Crime



Calificación:


De vez en cuando y cuando me siento enrarecido y desilusionado con todo y con todos, suelo poner alguna música que me sirva de refugio, aún así sea por unos cuantos minutos. Una de estas músicas es este álbum por Drive Like Jehu que no se lo aconsejaría a los débiles de corazón. Es una de las piezas más furiosas del rock de los 90's.

Nada lo demuestra más que la enojada y oscura línea de bajo que comienza el primer track Here Come the Rome Plows. Es cuestión de segundos para que todo se transforme en caos y ruido entumecedores y altamente calculados. Las guitarras penetran como clavo en carne y las vocales son de las más desgarradoras que haya escuchado jamás: vienen directamente del infierno. Y tal como empezó, se ha acabado y no hay lugar seguro de donde agarrarse.

La 'dulce' (algunos la llamarían repetitiva) melodía medio-espacial de la épica de siete minutos (sí, y es el track dos) Do You Compute? se va tornando en algo amenazador, peligroso, feo, repugnante y honesto, aún así las palabras que se escupan con tanta convicción y saliva no tengan mucho significado. El ruido se vuelve cada vez más discordante, más rápido, luego más lento, más complicado y luego más minimalista. Todo acaba con un completo aire de insolvencia.

Golden Brown simplemente golpea duro desde el principio, aunque esta vez con más melodía que las dos canciones anteriores y llena de agresividad inexorable. Luau es mi favorita del álbum, al ascender las guitarras de las profundidades, se convierte todo en un vals horrorífico, que a veces suena como una máquina de cuerda que está en mal funcionamiento y a punto de explotar. Un absurdo y bastante pegajoso coro de 'Aloha! aloha! luau luau luau' aparece en los varios climaxes de la canción. Una insoportable nota sostenida comienza a Super Unison, una canción intensamente agotadora, con bastante bagaje emocional y más historias de asesinato que lo dejan a uno exhausto.

La intensidad baja en el oscuro intermedio instrumental New Intro. Ahora la agresión se re-direcciona con los ritmos aún más densos de New Math. Se van aplicando más melodías en medio de todo el caos y culmina en lo que pudo haber sido un sencillo alguna vez, Human Interest, que por alguna razón también suele ser una de las canciones más memorables y por así decirlo, 'organizadas' del disco, con un coro bastante agridulce y una guitarra rasgueada de manera convencional al principio de la canción. ¿Suena familiar esto?

I'd never make you suffer, I know that wouldn't do,
and that ain't practical, and I ain't through.
When what I got needs fixing, when I want something new,
I know I'm covered with you. Your're my human interest...


Le sigue el cerrador, Sinews, una canción desestabilizadoramente lenta, en donde la banda demuestra que puede seguir siendo igual de hambrientamente salvaje sin tener que estar velozmente a la par de Flash o lo que sea. Los gritos son más claros y resonantes, y las guitarras al llegar a un final inevitable se van desarmando de manera aun más atonal, hasta que no haya quedado nada. Y no quiero hablar del tema de siempre, de lo 'matematicos que han sido con sus melodías' o de los 'acordes en octava que han sido usados por bandas de emo y rock independiente por doquier gracias a este albúm'.