Saturday 1 May 2010

Wipers - Youth of America



calificación
4.5/5

Disco lanzado en 1981 por la legendaria banda Wipers, el cual se convertiría en disco de culto y que definiría una gran parte del sónido del underground Norte Americano de mitades de los ochentas a principios de los noventas...o por lo menos eso es lo que se suele decir por ahí. Bueno, estamos a principios de década y el punk se encuentra muy agitado en su desarrollo: unos yendo a la facción más inmediata, agresiva y rápida que se conocería como el 'hardcore' y los otros diversificándose de manera más sutil y altamente creativa del 'post-punk' (historia ya vieja, perdónenme que la repit-repit-repit-a tanto).

Como sabemos, el espíritu occidental en la música siempre ha sido destruir y construir, acabar con lo viejo y aplastarlo...y esto no sería diferente dentro del 'hardcore punk' gracias a bandas como Wipers.

Wipers, formada en 1977, había tomado una estancia radical frente a su imagen (cero prensa, cero fotos, cero videos y cero tours) para crear una mística alrededor de sus grabaciones, es decir, no había ningún tipo de decoraciones que distrajeran al oyente del contenido principal: la música. El rufian detrás este concepto era el guitarrista, líder y vocalista Greg Sage, acompañado por los músicos Sam Henry en la batería y el bajista Dave Koupal. Como era de esperarse, no se conformaron con sacar un disco rápido y agrésivo que los posicionaría como favoritos de muchos de los músicos de la oleada 'grunge' y 'alternativa' de los 90's ('Is This Real?') porque en este disco, el cual es el segundo, ya se habían percatado sobre muchas de las limitaciones del punk norte americano, y especialmente del 'hardcore', en donde solo importaba la rapidez de los instrumentos y la inmediatez del mensaje: se había convertido en un dogma similar al de Gran Bretaña.



La canción de entrada es No Fair, que inicia de inmediato con líneas de guitarra arañadas de manera gris y lenta. Un Sage fantasmal suspira varias líneas en donde hace un reclamo, se escucha el grito furioso de "IT'S NO FAIR" y la instrumentación enseguida explota en un frenesí digno de una danza mortal, se golpean notas en un piano de manera enfurecida a la distancia...y la canción se esfuma entre la niebla de manera inesperada.

La epica Youth Of America es introducida con un solo de guitarra esquéletico, que suena algo como a la banda 'Television' bajo los efectos del valium. La canción dura casi 11 minutos y es la absoluta anti-tesis de lo que estaba sucediendo en ese entonces, un huracán ruidoso que mezcla psicodelia, post-punk y hardcore con gracia y ferocidad, una gran cantidad de overdubs de guitarra en varias partes, un breakdown fabuloso que comienza a los cinco minutos y un mensaje positivo dirigido a la juventud, para levantarse ante tanta 'perdición' visible y sueño inducido por la sociedad. Wipers logró hacer el puente entre las facciones sonoras del post-punk y el hardcore, y el mejor ejemplo es esta obra maestra.

Taking Too Long, es una canción espectral y compleja, basada en una melodía de piano (que aparece al fondo de la mezcla). Tiene un refinamiento cercano a Wire de la era '154' y el coro es cortado de forma anti-climática dos veces, dando expectativa nerviosa hasta que el veneno finalmente es derramado casi al acabar la canción. Can This Be me acuerda un poco a lo que haría Husker Dü unos años más tarde, en combinación de guitarras ruidosas, musculares e inventivas y melodías completamente pegajosas. Pushing the Extreme tiene la vibra cadavérica de las canciones anteriores y se le inyecta más rabia, algo de masking al revés en ciertas partes para darle un efecto espeluznante y oscuro a la canción y para terminar Sage recita líneas que parecen salir de una vieja grabación de audio, frases para una posteridad, para un ahora misterioso.

Acabamos este viaje con When It's Over, aptamente titulada, dominada por fraseos de guitarra melancólicos y siniestros, Sage en vez de seguir gritando, recurre otra vez a un recitamiento escalofriante parecido al de un muerto viviente reflexionando sobre todo lo que vendrá, y de como '¡nos reiremos cuando todo acabe!'. Un álgido acorde de piano acaba el disco y no hay nada más que el eco de la música retumbando en nuestra mente...

Este es, de manera argumentable, uno de los primeros discos de post-hardcore de la historia.